martes, 19 de agosto de 2008

HISTORIA DEL URBANISMO

No resulta fácil definir lo que es una ciudad, ni determinar porqué surgen, y sin embargo todo el mundo reconoce una ciudad en cuanto la ve: tiene una alta densidad de población, construcciones muy próximas y «altas» y una gran actividad económica en sus calles, sobre todo del sector servicios. Sin embargo, no todas las partes de una ciudad tienen servicios; algunas tienen industria y en otras sólo residencias. Además, no siempre la construcción del continuo urbano es denso, ni está separado del campo por un frente de edificios.

Parece lógico definir a una ciudad por su función; pero las funciones de una ciudad son muchas y muy variadas y, además, cambian con el tiempo. Quizá la única función que no tiene es la producción agrícola, ni el sector primario, en general: minas, silvicultura, etc.; los altos precios del suelo no lo permite, ya que son actividades que necesitan mucha superficie para ser rentables. Pero ni siquiera esto es absoluto, ya que encontramos actividades agrícolas en las ciudades antiguas.

Las principales funciones urbanas son:

La función comercial que hoy en día es la razón de ser de todas las ciudades.

La función residencial ya que en ella vive la mayor parte de la población. En los países ricos más del 75% de la población vive en ciudades.

La función administrativa, ya que concentra los centros de decisión tanto públicos como privados.
La función cultural ya que en ella se encuentran los principales centros de ocio y de difusión de ideas y opiniones. El turismo urbano se alimenta de esta concentración cultural.


Todas las ciudades tienen varias funciones, aunque en ocasiones unas están más desarrolladas que otras. Por ejemplo en las capitales de provincia la función administrativa está muy marcada, ciudades como Benidorm tiene una función turística muy clara.

No obstante, una cosa que no se le puede negar a la ciudad es su capacidad para organizar el territorio en torno a sí, y las actividades económicas en torno a su centro de urbano o de negocios. Desde su aparición, la ciudad ha sido el instrumento básico para transformar el entorno, para colonizar el territorio, para construir un medio diferente en el que la vida humana tenga todas las ventajas.

La ciudad, y su concepto, ha cambiado a lo largo del tiempo, desde las casas rurales contiguas de las ciudades más antiguas, a la ciudad como población amurallada que definiera Alfonso X el Sabio, o la ciudad actual, tan extensa y variada que se escapa a la escala humana.

No obstante, hay que tener en cuenta que la función, la forma y la estructura de las ciudades depende de la concepción que sobre el ámbito urbano y el mundo, tienen la cultura que las crea. Haremos especial hincapié en la historia de las ciudades españolas.